viernes, 17 de julio de 2009


Mi droga la ayahuasca
me deshidrata hasta el paroxismo
mi cuerpo se divide y flota en un universo acuoso.
Ya ves qué distintos somos:
vos, mimado por Hollywood,
y yo, un militante de la intensidad,
del barroco y del trotskismo.
Yo en mí, regio en martirio sabroso,
como pedía Santa Teresa,
y vos, candidato al premio Nobel.
Yo, una máquina de guerra
deslumbrado por taxi-boys,
hambrientos y sin donde vivir.
Fascinado por ellos, deslumbrado,
persiguiéndolos para alabarlos.
Y vos, rodeado de celebridades,
de productores arrogantes, de perfumes.
Y yo, viendo cómo cada semana se muere un amigo...
Ya ves qué distintos somos,
y los dos nos vamos a morir.


(néstor perlongher en la película "Vereda Tropical")

martes, 14 de julio de 2009

Honduras

La noticia cae como un rayo
que fulmina la tierra ennegrecida.
Roto el cielo azul y agonizante,
la negra luz entra a raudales por los ojos.
Se han partido en dos todas las cabezas
echadas hacia atrás, miran de reojo
las sombras que caen, como cadáveres,
cuando los pájaros vuelan en pendiente.

domingo, 12 de julio de 2009

NO ME LO PIDAN
Piden algunos que este asunto humano
con nombres, apellidos y lamentos
no lo trate en las hojas de mis libros,
no le dé la escritura de mis versos:
dicen que aquí murió la poesía,
dicen algunos que no debo hacerlo:
la verdad es que siento no agradarles,
los saludo y les saco mi sombrero
y los dejo viajando en el Parnaso
como ratas alegres en el queso.
Yo pertenezco a otra categoría
y sólo un hombre soy de carne y hueso,
por eso si apalean a mi hermano
con lo que tengo a mano lo defiendo
y cada una de mis líneas lleva
un peligro de pólvora o de hierro,
que caerá sobre los inhumanos,
sobre los crueles, sobre los soberbios.
Pero el castigo de mi paz furiosa
no amenaza a los pobres ni a los buenos:
con mi lámpara busco a los que caen,
alivio sus heridas y las cierro:
y éstos son los oficios del poeta
del aviador y del picapedrero:
debemos hacer algo en esta tierra
porque en este planeta nos parieron
y hay que arreglar las cosas de los hombres
porque no somos pájaros ni perros.
Y bien, si cuando ataco lo que odio,
o cuando canto a todos los que quiero,
la poesía quiere abandonar
las esperanzas de mi manifiesto
yo sigo con las tablas de mi ley
acumulando estrellas y armamentos
y en el duro deber americano
no me importa una rosa más o menos:
tengo un pacto de amor con la hermosura:
tengo un pacto de sangre con mi pueblo.
PABLO NERUDA

lunes, 6 de julio de 2009

¡LUZ!
¡LUZ!
¡LUZ!
Que el infierno ESTÁ ENCANTADOR esta noche,
SÍ...

domingo, 5 de julio de 2009


Me resulta incomprensible que casi todos los que saben escribir puedan objetivar su dolor en el medio del dolor; que yo, por ejemplo, en medio de la desdicha, y con la cabeza ardiente de tanta infelicidad, pueda sentarme y comunicarle a alguien por escrito: Soy desgraciado. Sí, puedo incluso ir más lejos y con los diversos adornos, propios de mi talento, con algo que parece no tener nada que ver con la desdicha, puedo fantasear de un modo simple o antitético, o con orquestas enteras de asociaciones. Y no hay mentiras en ello ni me calma el dolor; se trata, simplemente, de un modo generoso, de un desbordamiento de fuerzas en un momento en que el dolor ha consumido visiblemente todas mis energías hasta el fondo de mi ser, donde sigue escarbando. Pero, ¿qué clase de desbordamiento es éste?

Franz Kafka