I
Si pudiera saber que estás viva cuando llego,
No caminaría con la soga al cuello,
mientras ruego no encontrarte con una
menos simbólica.
Estoy tan lejos
Que ya me arrodillo a los pies de tu cadáver.
Nadie lo da todo,
Nadie lo puede todo.
Gracias por
enseñarme eso.
II
A los muertos les decimos
hasta mentiras piadosas
Y a los vivos,
apenas los miramos con desconfianza.
apenas los miramos con desconfianza.
¿Por qué tanto rencor a los suicidas?
Porque
la mierda flota, dicen,
la mierda flota, dicen,
y la preferiríamos -en el fondo-.
“-¡Egoístas!”
Después de todo, todos
nos matamos de a poco.
Ya habrá tiempo de morirse
Y de que todos inventen (a su gusto)
lo buenos que éramos...
III
(Vivamos,
nosotros que podemos).