martes, 14 de julio de 2009

Honduras

La noticia cae como un rayo
que fulmina la tierra ennegrecida.
Roto el cielo azul y agonizante,
la negra luz entra a raudales por los ojos.
Se han partido en dos todas las cabezas
echadas hacia atrás, miran de reojo
las sombras que caen, como cadáveres,
cuando los pájaros vuelan en pendiente.

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